Una iniciativa de Caltech (Instituto de Tecnología de California, EE.UU.) centrada en el uso de luz solar para producir combustibles líquidos, señala haber conseguido un progreso sustancial hacia dispositivos capaces de convertir la luz del sol y el agua en hidrógeno y oxígeno. Con el tiempo, los investigadores esperan poder combinar el hidrógeno con el carbono del dióxido de carbono para producir combustibles líquidos similares a la gasolina o el diesel.
Los investigadores han estado persiguiendo lo que se conoce como fotosíntesis artificial durante décadas. El progreso ha sido lento, y hacer que el proceso sea económico a gran escala sigue siendo un objetivo aparentemente distante. El nuevo centro de innovación planea acelerar esta investigación, reuniendo a un gran número de expertos en diferentes áreas, entre ellas la catálisis, la óptica y la tecnología de membranas.
Para acelerar el descubrimiento de materiales, los investigadores del centro Caltech, que colaboran con investigadores del Laboratorio Nacional Lawrence en Berkeley (EE.UU.) y más de 20 centros de investigación distintos, han desarrollado un proceso de impresión por chorro de tinta capaz de generar millones de variaciones ligeramente diferentes de prometedores catalizadores. Cada muestra puede llegar a ser tan pequeña como el píxel de una pantalla. También están desarrollando equipos capaces de poner a prueba rápidamente la actividad de cada catalizador.
“Acelerará radicalmente el ritmo de descubrimiento de electrocatalizadores y fotocatalizadores para pasar de solo algunos candidatos al año hasta varios cada pocos milisegundos, produciendo miles de millones al día”, señala Nate Lewis, director del Centro Conjunto para la Fotosíntesis Artificial.
Al mismo tiempo, el centro ha instalado impresoras avanzadas en 3D capaces de crear prototipos de dispositivos para albergar materiales y catalizadores absorbentes de luz, aplicarles agua y separar y recoger el hidrógeno y el oxígeno. Hasta ahora, los investigadores han construido dos prototipos de este tipo capaces de producir combustible a partir de la luz solar, aunque aún no económicamente. El plan es poseer por lo menos cuatro o cinco versiones diferentes de los dispositivos, cada una con diferentes fortalezas y debilidades. Los investigadores quieren tener múltiples versiones, ya que no se puede predecir dónde se producirá el siguiente avance en materiales.
Fuente: tecnhologyreview.es
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